Esta mancha se conoce como mancha mongólica, respuesta que no suele calmar mucho a los padres si antes no va un “es normal”, porque en España decir mongolo a un niño no suele ser hablar bien de él.
Qué es la mancha mongólica
La melanocitosis dérmica congénita, más conocida como mancha mongólica, es una zona de la piel más bien extensa y lisa (no tiene relieve) que tiene más pigmento que el resto y que a simple vista se ve azulada o verdosa.
Si no la habéis visto nunca, basta con decir que parece un moretón para entender el color que tiene, pero la causa no tiene nada que ver con un golpe. Esto lo aclaro porque más de un padre me ha preguntado en la consulta de enfermería por la mancha diciendo que “¿esto debe ser algún golpe que se dio en el parto, no?”.
La localización más típica es la zona sacra, en la parte más baja de la espalda y abarcando un poco las nalgas y, como he comentado más arriba, no hay que darle ninguna importancia.
Por qué se le llama “mongólica”
En España, la palabra “mongólico” se utiliza habitualmente para insultar (aunque la gente acentúa la palabra en la “i”, para más INRI), como diciendo que tal persona padece mongolismo, que es el síndrome de Down adjetivado de ese modo porque los rasgos de la cara recuerdan a los nacidos en Mongolia.
Sin embargo, “mongólico” significa en primera instancia “perteneciente o relativo a Mongolia”, por lo que hablar de mancha mongólica no es hablar de nada relacionado con el síndrome de Down, sino relacionado con el país, con Mongolia.
La realidad, en cualquier caso, es que tampoco es que haya un estrecho vínculo entre el país y la mancha, más allá de la frecuencia con que sucede. Los bebés de Mongolia tienen, la mayoría, la mancha mongólica. Por eso la mancha recibe ese nombre, no por nada más. La razón de que la tengan tantos bebés allí es que es una hiperpigmentación muy típica en bebés de piel oscura.
Cuándo desaparece la mancha mongólica
“Tranquilos, no es nada, esto se irá solo”, se les dice a los padres de los recién nacidos. Pero luego tienen seis meses y vuelven a preguntar por qué la mancha sigue ahí. Luego llega el año y vuelven a preguntar por qué, “a ver si mi niña va a tener que ponerse bikinis con esa mancha en la espalda…” (lo digo en clave de humor, es normal preguntar y normal preocuparse. Lo raro es no preguntar y quedarte con la duda).
La mancha desaparece con el tiempo y el tiempo es variable. Unas veces desaparece antes y otras veces tarda más en irse. En la mayoría de ocasiones la mancha ha desaparecido cuando llegan a la edad escolar, pero ya digo, se vaya cuándo se vaya, no tiene importancia ninguna.
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